RITUALES Y SIMBOLOS

Como toda cultura con complejas y ritualizadas formas de expresión, el BDSM muestra una serie de símbolos a los que sus integrantes dan un valor más o menos esencial. Entre ellos, destacan algunos de particular incidencia en los círculos D/s, como el Anillo de O, o el collar de sumisión, y otros con un valor más genérico para el conjunto del BDSM, como el triskel o la bandera del Movimiento Leather, la denominada Leather-Pride.11
El primero está basado en el triskel de origen céltico, usado por los druidas y abusado en el pasado siglo por movimientos y organizaciones de ideología fascista, y no en el triskelion, de origen griego. Sin embargo, Quagmyr (su diseñador) lo aleja del triskel céltico y de las otras manifestaciones simbólicas similares, como los pertenecientes al nacionalismo bretón, al budismo o al taoísmo. El simbolismo que encierra para su creador (y que surge de la lectura de la novela Historia de O) está suavemente encadenado con el del ying y el yang.
Los tres bordes curvos representarían las subculturas B/D, D/s y S/M que dieron lugar al término genérico BDSM. El metal representa los grilletes, que simbolizan servicio y posesión, los tres círculos negros escenifican el control sobre el lado oscuro de la sexualidad BDSM, mientras que la esquemática figuración de los brazos en aspa representa al spanking erótico. El círculo externo es significativo de la unidad en torno a la protectora comunidad.28
La bandera del Leather Pride (“orgullo del cuero”) fue diseñada por el activista estadounidense Tony DeBlase en mayo de 1988, para la celebración ese año del certamen International Mr. Leather en Chicago. Cuenta con muchos adeptos entre los grupos homosexuales S/M, aunque se ha extendido como símbolo de identidad para toda la cultura BDSM. Su diseño original se encuentra en el primero de los museos de la comunidad, el Leather Archives & Museum de esa misma ciudad. El museo mantiene una sala con el nombre de su diseñador, uno de los activistas estadounidenses que más intensamente promovió el intercambio de conocimientos y experiencias en el seno de la comunidad.29
[editar]Collar


Collar de sumisión con candado.
El Collar en el BDSM, de cuero o metal, simboliza la entrega. Pueden ser tremendamente sofisticados, estilizados o bastos y de castigo, destinados a su uso en sesiones íntimas o para llevar en público. Suelen llevar uno o más ganchos para completarlos con un tirante-guía, que el dominante maneja o usa para inmovilizar, y pueden estar adornados con abalorios, campanillas, cascabeles, púas o incluso aplicaciones de oro y plata. Su uso simbólico se da fundamentalmente en las relaciones D/s (dominación-sumisión, es decir, las que incorporan elementos de cesión de poder o EPE).


Collar de sumisión.
La importancia del collar para la comunidad BDSM, y esencialmente para los practicantes de D/s, se puede medir en las declaraciones de una mujer sumisa, firmante como cinnamon^, que escribe lo siguiente:
El collar no es un elemento de juego, no es un accesorio que señala el estatus. Es un acuerdo serio, si así lo quieres, entre dos partes envueltas en amor y devoción la una para la otra: la/el sumis@ debe tomarse su tiempo, porque al colocarse un collar, entrega su corazón, su cuerpo, su mente, su alma, se entrega enteramente a otra persona. Al ofrecer un collar, un Master se compromete a cuidar, proteger y aceptar la sumisión entregada en todas sus formas, apreciando el regalo que recibe, sin abusar nunca de él. Un collar envuelve corazón y alma de ambos, Master y sumis@.30
Sin embargo, en la última década y paralelamente al uso de collares de este tipo como elemento de moda entre los jóvenes, se advierte un empleo menos ritualizado pero no por ello menos simbólico. Diseñadores como Joop, Gucci o Vivienne Westwood lo utilizan ya hace tiempo en sus creaciones. Sinnead O'Connor, Jennifer Aniston, Madonna y Britney Spears los portan con toda naturalidad. Por ello, quizás, muchas personas dentro de la comunidad BDSM portan un collar D/s en fiestas, eventos, etc., no ya como muestra de una relación de sumisión existente, sino como prueba de su estatus de sumis@. Igual ocurre con las personas sadomasoquistas, que ni buscan ni desean una relación BDSM, incluso con la mujer dominante, que puede portarlo como símbolo de identidad genérico. En la D/s, sigue siendo un elemento de simbólica trascendencia, y su entrega y aceptación suele ir unida a ceremonias y rituales específicos.31
[editar]Ceremonias de iniciación
Las ceremonias de iniciación suelen darse, casi en exclusiva, entre la subcultura D/s y son prácticamente desconocidas en el resto del BDSM. Al margen de escenificaciones de juego, suelen ser más propias de aquella parte del D/s que se identifica con los conceptos del TPE o Total Power Exchange (Intercambio Total de Poder), más conocidas como relaciones 24/7.
En la D/s, la ceremonia iniciática cumple un doble objetivo y se forma en torno a un doble origen: aquellas personas que nunca anteriormente habían sostenido una relación D/s (Rito Iniciático) y aquellas que, teniendo experiencias anteriores, entran en una nueva relación (Rito Inicial). En cuanto al doble objetivo, se trata por parte de sus practicantes de enlazar con el sentimiento del TPE al mismo tiempo que de dotar de un sentido trascendente, suprasexual y filosófico a la relación. Muchos de los rituales se basan en las triangulaciones típicas de las sociedades secretas medievales y de la masonería, y en algún caso se incorporan elementos de la fantasía literaria contemporánea (Mundos de Gor, Historia de O, etc.).11
[editar]Marcas y tatuajes
[editar]Ropa y señales de código
Véase también: Cuadro de Señales en el BDSM
Por ropa de código suele entenderse en la escena BDSM aquella con la que a la mayor parte de sus activistas les gusta identificarse. En determinadas fiestas y reuniones puede pedirse a los asistentes que vengan vestidos de esa manera (código estricto), aconsejarse el vestuario de código o indicarse que la asistencia no obliga al código (código libre).
El tipo de ropa suele estar basado, para ellas, en el látex, el cuero y el vinilo, como elementos básicos, y suele incluir a menudo elementos de connotaciones abiertamente fetichistas: corsé, medias de rejilla y ligueros, botas o zapatos de tacón alto, bustiers, etc. Adornos, como collares y medallones, no son infrecuentes. Para ellos, suele diferenciarse mucho si se trata de la escena heterosexual o de la escena homo-S/M. En el primer caso, pantalones y camisas negras u obscuras, pudiendo ser de seda o cuero, aunque no es lo habitual. En el segundo caso, los materiales son prácticamente los mismos que los de ellas: cuero, látex y vinilo. La escena heterosexual es mucho más permisiva y abierta, en cuanto a los códigos de vestuario, mientras que en los ambientes homo-S/M se suele dar una mayor importancia al mismo.11
Existen una serie de señales relacionadas con la vestimenta, generalmente basadas en la situación específica del BDSM en la escena angloestadounidense, y fundamentalmente en la necesidad de saber rápidamente si la otra persona comparte afición o no. Esta situación se debe en gran medida a la imposibilidad de interactuar con normalidad en público, como sucede en la Europa continental, y más exactamente en España, Alemania, Francia, etc. En la escena angloestadounidense sucede frecuentemente que en los locales afamados del mundillo BDSM se reúnen en un fin de semana varios cientos de personas, en su mayor parte absolutamente desconocidas entre sí. Las posibilidades de interacción son muy limitadas: cualquier situación de sexo explícito, especialmente de tipo S/M, y especialmente si en el local se consume alcohol, es un riesgo de tipo penal. Queda por tanto la escenificación, los ropajes atrevidos y los códigos de color en el vestuario